Nuestra Historia:
El Alma Detrás del Mineral
La historia de Alma Mineral no comienza en un laboratorio, sino en una búsqueda personal y honesta.
Descubre la historia de Alma Mineral.
Una búsqueda que muchos de nosotros hemos emprendido: encontrar un desodorante que realmente funcione, que cuide nuestra piel y que nos brinde la tranquilidad de saber que estamos eligiendo lo mejor para nuestro cuerpo.
Nacimos de la búsqueda de un
desodorante eficaz
y sin aluminio para piel sensible.
Conoce nuestra filosofía de belleza consciente.
Encontrar un desodorante que realmente funcione, que cuide nuestra piel y que nos brinde la tranquilidad de saber que estamos eligiendo lo mejor para nuestro cuerpo.
La Frustración que Impulsó el Cambio
omo tú, estábamos cansados. Cansados de la irritación en la piel sensible causada por ingredientes agresivos. Preocupados por los debates en torno al aluminio, los parabenos y el alcohol en los desodorantes convencionales. Frustrados por las manchas amarillas en la ropa y por productos que prometían mucho pero fallaban a mitad del día.
Probamos incontables opciones «naturales» que simplemente no ofrecían una protección duradera contra el mal olor, dejándonos con una sensación de inseguridad. Entendimos que el problema no era sudar —un proceso natural y necesario para nuestro cuerpo—, sino encontrar una forma consciente de mantenernos frescos. Este punto de dolor fue nuestra mayor motivación.
El Regreso a lo Esencial: El Poder del Mineral
En nuestra búsqueda, miramos hacia atrás, hacia la sabiduría ancestral. Redescubrimos el poder de un ingrediente simple pero extraordinariamente eficaz: la piedra de alumbre. Un mineral natural, utilizado durante siglos por sus impresionantes propiedades antibacterianas.
Comprendimos que la solución no estaba en bloquear nuestros poros con un antitranspirante, sino en crear un ambiente donde las bacterias causantes del mal olor no pudieran prosperar. Esta fue la pieza «Mineral» de nuestro rompecabezas: una base sólida, natural y probada que ofrecía la eficacia que tanto anhelábamos.